Editorial
“EL HABITO NO HACE AL MONJE”
por Francisco Igartua
Oiga 12 de marzo de 1965
COMO muchos otros, este viejo dicho del titular encierra casi
toda la verdad. No toda. No llega, es evidente, al extremo de negar que la
vestimenta obliga a un comportamiento
adecuado a ella. Afirma que las ideas que son lo ínfimo que llevamos dentro,
nada tienen que hacer con nuestro aspecto exterior. No se refiere a las
maneras, que sí tienen que ver con el hábito que vistamos. Y es con otro hábito
que aparecerá OIGA desde este número. Con un traje menos espectacular, menos
altisonante, pero mucho más difícil de llevar, porque en esto del hábito, en lo
que se refiere a las maneras, el periodismo tiene obligaciones mayores que los
individuos. Sería disonante, por ejemplo, que estas páginas que ahora
entregamos a nuestros lectores en forma de revista, tuvieran el tono de un
semanario de combate. Y no se crea que el periodismo de maneras sosegadas y
sobrias es menos dificultoso que el inflamado, que el cargado de calor y
pasión. Todo lo contrario. Morigerar ímpetus, ceñirse estrictamente a los
hechos, evitar el comentario estridente, encierra dificultades mayores que lo
que pueda imaginar el neófito en este apasionante y variado oficio que es el
periodismo. Y más difícil aún es el tipo de publicación que intentamos en esta
nueva etapa de OIGA. A la sobriedad que obliga el formato pequeño -donde el
título llamativo cede ante la importancia de la información-, hay que añadir la
infinidad de temas especializados que en una revista de este orden es preciso
abarcar. Esto significa un plantel de redacción numeroso y de primerísima
calidad. Cada asunto, por pequeño que sea el espacio que ocupe, es tratado aquí
por un especialista en la materia. Un especialista que, además, sabe escribir
con amenidad y concisión. En fin, este modo periodístico, que vais a apreciar
en las páginas interiores, significa un esfuerzo titánico que hemos logrado
gracias a la colaboración de un grupo de amigos de OIGA, dispuestos a
entregarnos la única riqueza que poseen: capacidad e inteligencia. Los anima el
deseo de defender una empresa a la que se sienten unidos por sus inquietudes
cívicas, similares a las que nos hicieron fundar y sostener OIGA.
Hay pues, cambio de hábito, pero no de línea. Nuestra
conducta y nuestra posición ideológicas continuarán siendo las mismas. Tanto
que volvemos a suscribir íntegramente las palabras iníciales de OIGA, escritas
en primera persona del singular hace dos años y medio. Así decíamos y ahora
repetimos:
"Heme aquí envuelto en una nueva aventura periodística,
Nueva en la forma, aunque idéntica en espíritu, dentro de la natural evolución
humana a otros ensayos de prensa en los que desparramé mis vehemencias e
inquietudes, La misma adhesión de ayer a la voluntad nacional de renovación,
igual devoción por la libertad e idéntico rechazo a las viejas taras de nuestro
republicanismo, me animan a emprender esta nueva aventura periodística. Se
llamará OIGA. El mismo título de la primera publicación que yo fundara, allá
por el año mil novecientos cuarenta y ocho; la que tuvo accidentado nacimiento,
Ese primer OIGA apareció al día siguiente del cuartelazo capitaneado por Odría
en Arequipa y auspiciado, desde Lima, por Pedro Beltrán. Fue un grito de
protesta, ante la Ley atropellada por la fuerza del dinero, que me llevó a los
calabozos de la Prefectura. Y es en homenaje romántico a esa mi primera
aventura por la que he querido que es semanario se llame OIGA."
"Me acompañan ahora un grupo de amigos, unidos por igual
preocupación generacional, a quienes desde nuestra ya algo distante mocedad se
nos han tenido como a disconformes, Y lo somos. Esa es la voz cantante que
queremos llevar. Pensamos distinto a la inmensa mayoría de los que
"opinan" en este país y abominarnos del gregarismo, tanto de derecha
corno de izquierda. Quien sabe por ello nuestra palabra sea disonante para unos
y otros. Pero, creemos tener razón. Nuestra conciencia está en paz y aspiramos
a que esta íntima tranquilidad no varíe con el tiempo."
Igual que ayer y que trasantesayer, esperamos seguir contando
con el favor de nuestros lectores.
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