FONDO EDITORIAL REVISTA OIGA

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FRANCISCO IGARTUA Y DORIS GIBSON / FUNDADORES DE CARETAS / ARCHIVO REVISTA OIGA

Como se sabe, una imagen dice más que mil palabras. Testigos irrefutables de toda una vida, estas fotografías son muestra de los viajes realizados por Paco, y de las amistades cultivadas por una persona de carácter excepcional. Por ella desfila una variada galería de lugares y personajes. Esta sección contiene además algunas caratulas emblemáticas de OIGA que ya forman parte de la historia del periodismo peruano y comprende la producción facsimilar de documentos que comprenden la tercera etapa de la revista 1965-1974.

UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

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EZKIOGA 1era Etapa

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EZKIOGA. 2da. Etapa

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ARTOLA ARBIZA, Antonio Maria. Ezkioga. En el 80° aniversario de la Pastoral de Mons. Mateo Múgica Urrestarazu sobre Ezkioga (07/09/ 1933), Eskio, Fondo Editorial Revista Oiga (978-61-2465-76-03).

jueves, 22 de noviembre de 2012

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EDITORIAL
“PLURALISMO Y PRENSA”
por Francisco Igartua
 Oiga  3 de octubre de 1975

En estos momentos, cuando en las conversaciones sobre asuntos internacionales bailotea a flor de labios la palabra pluralismo, no está demás divagar en torno a un tema que hoy lleva hasta a los comunistas italianos y españoles con cierta música francesa de acompañamiento a disentir públicamente de los planteamientos soviéticos sobre libertad de opinión y de oposición partidaria. Sea por razones de táctica electoral en esas áreas o por más acertada interpretación del marxismo, sea por convencimiento personal de sus líderes o por lo que fuere; lo cierto es que estos partidos comunistas de Italia y España han expresado en Roma –urbi et orbi- su condena a la política de Alvaro Cunhal en Portugal y su adhesión a un socialismo pluripartidista y con libertad de prensa. Justamente los dos puntos de disentimiento entre comunistas y socialistas que mantienen a Portugal en una crisis generalizada y galopante; y puntos sobre los que el comunismo francés ha expresado opinión no del todo ortodoxa.

¿Por qué a la conveniencia del pluralismo ideológico y partidario planteamiento que viene desde antiguo en Carrillo y Berlinger, se añade ahora -y con énfasis- la necesidad de una auténtica libertad de prensa para ingresar por camino correcto al socialismo? ¿Es Pose generada por el escandaloso caso del diario "La República" de Lisboa o reconocimiento -¡al fin!- de que libertad es derecho a la duda, al libre examen y a la libre creación, Que libertad es poder disentir sin temor y sin sagradas escrituras que limiten el vuelo del pensamiento y, por lo tanto, que libertad es negación de la censura? Quien sabe sea correcto pensar esto último, creer que los comunistas italianos y españoles -en algo acompañados por los franceses- han llegado al convencimiento de que para el real ejercicio de la libertad es indispensable la libertad de prensa: el derecho de agrupaciones e individuos a expresar responsablemente bajo firma e identidad de la editora su pensamiento crítico, creador o de respaldo. Que han llegado a comprender que sin exteriorización pública de opiniones y críticas serán vanos los juramentos de libertad que se hagan. Ya que sin esa materialización de las ideas, en negro sobre blanco, no hay libertad tangible. Sería como navegar en una atmósfera de éter, ajena al hombre.

Se dirá que la libertad de prensa de la que hablamos está basada en la vieja libertad burguesa, y que no se ajusta a la hora histórica que vivimos. Es la opinión de muchos, de los que no creen que el ejercicio de la libertad, en su esencia, es  inherente al ejercicio de la inteligencia, a la condición humana. O sea derecho a dudar, a juzgar por cuenta propia, a explicamos la vida y el mundo sin libros sacros, sin censura. Es la opinión de los que no advierten que lo que cambia con la circunstancia histórica no es el concepto de libertad, como ejercicio natural del ser humano racional, sino la manera de usarla y las costumbres y ordenamientos legales que la limitan, casi siempre irracionalmente y por motivos religiosos o políticos de moda.

Repasemos, pues, el modo de ejercitarla actualmente y las variaciones que se pueden presentar en ese ejercicio, así romo los posibles cambios en las costumbres y leyes sobre la prensa, ya que, como hemos: dicho, la libertad se ha materializado, principalmente, hasta hoy desde la invención de la imprenta, en la difusión de ideas por medio de periódicos y libros.

Sin mucho esfuerzo por querer ser objetivos, hallaremos que en nuestros días hay tres tipos de periodismo: la prensa de opinión unánime, propia de los estados ideocráticos; la prensa con libertad vigilada, censurada y casi prisionera; y la prensa teóricamente libre.          

La primera propia de la Unión Soviética y de los países bajo su influencia, nada tiene que ver con los conceptos de libertad y censura, Ahí la prensa, como todos los medios de comunicación, cumple una función política y pedagógica, de acuerdo a la ideología del sistema, ideología sacralizada hasta tal punto que a nadie le está permitido emitir una sola palabra de crítica sobre ella ni sobre los supremos sacerdotes que la administran.

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Editorial
“EL HABITO NO HACE AL MONJE”
por Francisco Igartua
Oiga 12 de marzo de 1965

COMO muchos otros, este viejo dicho del titular encierra casi toda la verdad. No toda. No llega, es evidente, al extremo de negar que la vestimenta obliga  a un comportamiento adecuado a ella. Afirma que las ideas que son lo ínfimo que llevamos dentro, nada tienen que hacer con nuestro aspecto exterior. No se refiere a las maneras, que sí tienen que ver con el hábito que vistamos. Y es con otro hábito que aparecerá OIGA desde este número. Con un traje menos espectacular, menos altisonante, pero mucho más difícil de llevar, porque en esto del hábito, en lo que se refiere a las maneras, el periodismo tiene obligaciones mayores que los individuos. Sería disonante, por ejemplo, que estas páginas que ahora entregamos a nuestros lectores en forma de revista, tuvieran el tono de un semanario de combate. Y no se crea que el periodismo de maneras sosegadas y sobrias es menos dificultoso que el inflamado, que el cargado de calor y pasión. Todo lo contrario. Morigerar ímpetus, ceñirse estrictamente a los hechos, evitar el comentario estridente, encierra dificultades mayores que lo que pueda imaginar el neófito en este apasionante y variado oficio que es el periodismo. Y más difícil aún es el tipo de publicación que intentamos en esta nueva etapa de OIGA. A la sobriedad que obliga el formato pequeño -donde el título llamativo cede ante la importancia de la información-, hay que añadir la infinidad de temas especializados que en una revista de este orden es preciso abarcar. Esto significa un plantel de redacción numeroso y de primerísima calidad. Cada asunto, por pequeño que sea el espacio que ocupe, es tratado aquí por un especialista en la materia. Un especialista que, además, sabe escribir con amenidad y concisión. En fin, este modo periodístico, que vais a apreciar en las páginas interiores, significa un esfuerzo titánico que hemos logrado gracias a la colaboración de un grupo de amigos de OIGA, dispuestos a entregarnos la única riqueza que poseen: capacidad e inteligencia. Los anima el deseo de defender una empresa a la que se sienten unidos por sus inquietudes cívicas, similares a las que nos hicieron fundar y sostener OIGA.

Hay pues, cambio de hábito, pero no de línea. Nuestra conducta y nuestra posición ideológicas continuarán siendo las mismas. Tanto que volvemos a suscribir íntegramente las palabras iníciales de OIGA, escritas en primera persona del singular hace dos años y medio. Así decíamos y ahora repetimos:

"Heme aquí envuelto en una nueva aventura periodística, Nueva en la forma, aunque idéntica en espíritu, dentro de la natural evolución humana a otros ensayos de prensa en los que desparramé mis vehemencias e inquietudes, La misma adhesión de ayer a la voluntad nacional de renovación, igual devoción por la libertad e idéntico rechazo a las viejas taras de nuestro republicanismo, me animan a emprender esta nueva aventura periodística. Se llamará OIGA. El mismo título de la primera publicación que yo fundara, allá por el año mil novecientos cuarenta y ocho; la que tuvo accidentado nacimiento, Ese primer OIGA apareció al día siguiente del cuartelazo capitaneado por Odría en Arequipa y auspiciado, desde Lima, por Pedro Beltrán. Fue un grito de protesta, ante la Ley atropellada por la fuerza del dinero, que me llevó a los calabozos de la Prefectura. Y es en homenaje romántico a esa mi primera aventura por la que he querido que es semanario se llame OIGA."

"Me acompañan ahora un grupo de amigos, unidos por igual preocupación generacional, a quienes desde nuestra ya algo distante mocedad se nos han tenido como a disconformes, Y lo somos. Esa es la voz cantante que queremos llevar. Pensamos distinto a la inmensa mayoría de los que "opinan" en este país y abominarnos del gregarismo, tanto de derecha corno de izquierda. Quien sabe por ello nuestra palabra sea disonante para unos y otros. Pero, creemos tener razón. Nuestra conciencia está en paz y aspiramos a que esta íntima tranquilidad no varíe con el tiempo."

Igual que ayer y que trasantesayer, esperamos seguir contando con el favor de nuestros lectores.

martes, 13 de noviembre de 2012

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Acerca del diseño gráfico de OIGA 
EL HÁBITO NO HACE AL MONJE, PERO LO IDENTIFICA
Por Carlos Sotomayor
9 de Noviembre de 1992

Muchas veces adquirimos una revista o un diario debido a su excelente presentación. La hojeamos con mucho interés, admirando la belleza de sus fotografías, la pulcritud de su impresión, la elegancia de su tipografía, la calidad de su papel Un conjunto de elementos que, en suma, conforman su diseño gráfico y que posee, por si mismo, por ser un proceso ampliamente estético, su propia fuerza de impacto, independiente del contenido de la información. No es, pues, un accidente que con un simple vistazo a cualquier página de una publicación, diario o revista, se pueda determinar con seguridad de qué publicación se trata.

De los pocos semanarios que se editan en Lima, OIGA ha dado reiteradas muestras de una versatilidad gráfica acorde con el avance tecnológico. Desde su fundación en 1948, y debido al cambio de la composición 'caliente' (en plomo) por la fotocomposición, su aspecto ha ido cambiando hacia una presentación más moderna, un estudiado uso de los espacios blancos, una nueva tipografía, la utilización cada vez más pronunciada de fotografías en gran tamaño, una publicidad mejor distribuida y, en fin, una nueva ola de creatividad gráfica.

Y esto sucede así en OIGA porque, sin duda, uno de los aspectos vitales del planteamiento de toda publicación -cualquiera que sea su rubro- lo consti-tuye su diseño gráfico. Destinado a capturar un mercado preescogido de lectores, no tiene más que una disyuntiva inevitable: cautiva o repele las miradas y ocasiona el juicio instintivo, favorable o condenatorio.

La creatividad estética contribuye a traducir los contenidos en mensajes ópticos, capaces de despertar el interés del lector y de hacer más fácil -digerible- la literatura. Esta misión mediadora es la que realiza el diseño, en cuanto disciplina que articula y racionaliza los contenidos, al tiempo que establece los sistemas y formas de valoración de la información periodística.

La función del diseño
La armonio y unidad entre la forma y el contenido literario -y su mutua dependencia- son dos aspectos importantes del periodismo sociopolítico y de actualidad que practica OIGA, por lo que se ha optado por un diseño que le permita al lector percibir con facilidad el material que se le ofrece, procurándose una selección sistemática de los temas y la distribución de los materiales en secciones reconocibles y diferentes, sin complejidad pero con un énfasis moderado en la esencia del artículo.

El formato moderno de su composición gráfica se caracteriza por su sen-cillez y claridad, destacando lo más importante en cada una de sus páginas (la letra, la imagen, según sea el caso), sin que por ello éstas se conviertan en unidades aisladas, sino que se integran dentro del ritmo visual-informativo que guarda la publicación en su conjunto.

Los diagramas de páginas son parte integrante del plan general y reflejan unívocamente la identidad en el estilo que mantiene toda la revista. Si bien este aspecto se encuentra determinado por el carácter de la publicación, la manera particular de su presentación y el manejo del contenido de los materiales ha sido convenientemente resuelto por sus diseñadores, planteando soluciones gráficas que logran un equilibrio entre los títulos (título general, títulos de foto, frases destacadas, etc.), -las fotografías (encuadres, conjunto de fotos, lenguaje propio de cada foto, etc.), la tipografía (combinación estética de familias tipográficas, niveles de cuerpos, etc.), el diseño general de las masas gráficas y tipográficas -en el conjunto de cada articulo y en el conjunto de la revista- y, finalmente, los recursos gráficos para singularizar, unir y dividir materiales (líneas, espacios, tramas, etc.).

Estas características peculiares no son accidentales, sino el resultado de estudios probados a través de 44 años en el enfoque de la composición de la revista. Un elemento importante es el formato. Antes de llegar al actual de 20,5 x 27,5 cm, OIGA ha sufrido algunas modificaciones. Comenzó, como todas las publicaciones de la época -la década de los 40-, siendo tabloide. (Antes de la invención de las modernas rotativas offset, las prensas eran relativamente lentas, por lo que resultaba más conveniente imprimir hojas grandes que hojas pequeñas). Su formato pequeño -medio tabloide:- actual se debe, entre otras modernas razones, a una simpleza también moderna. La comodidad: gran número de personas -léase lectores, entiéndase compradores)- puede aprovechar su viaje en microbús para recorrer sus páginas.

Tipografía creativa
El trabajo de la tipografía constituye una parte importante en el diseño de OIGA. La selección apropiada de tipos, tanto para los titulares -futura y avant garde-como para los textos-souvenir determinan no solamente la apariencia del diseño gráfico de la revista, sino que los contornos y el aspecto de las otras sirven al lector como punto de referencia de un articulo a otro.

Algunos titulares de OIGA están compuestos enteramente en mayúsculas. Ello obedece a varias razones: dentro del mismo cuerpo, las mayúsculas son más grandes de por si que cualquier minúscula y el tamaño cuenta mucho en un titulo, sobre todo si de una nota importante se trata. El aspecto que presenta una línea de titular compuesta con mayúsculas resulta más uniforme para si -el 'golpe de vista'- y crea la diferencia con el resto de la composición. De otro lado, los Mulos compuestos en mayús-culas y minúsculas -altas y bajas, periodistas dixit- permiten no sólo la ló-gica mayor cantidad de letras, sino el contraste tipográfico necesario.Si bien, lo anterior es por lo general adecuadamente utilizado en OIGA, puede permitirse una critica en cuanto a los titulares en altas y bajas trabajados en dos líneas o más: la superposición de una de ellas en desmedro de la superior perjudica la legibilidad -cuando no la interpretación total del título- y no aporta beneficio alguno al estilo tipográfico.

El impacto fotográfico
Por su característica particular, la fotografía periodística es el centro de la composición de la página, ya que impacta mucho más que el texto y atrae inmediatamente la atención del lector. No es gratuito ni casual que en OIGA, la imagen vaya estrechamente ligada al texto, formando una unidad intencional: no se utiliza como elemento decorativo o complementario, sino como conformante de la noticia.

Medio escrito que convive con los audiovisuales en una década donde la imagen ha sentado sus reales, OIGA procura aprovechar en todo lo posible el apoyo fotográfico. Esto es evidente, por ejemplo, cuando se sabe utilizar una fotografía que podría ser catalogada de borrosa o mediocre, pero que representa el único testimonio de un suceso importante: hará noticia a pesar de sus defectos. La destreza está en saber reconocerla y darle el despliegue apropiado, y en OIGA se le ha sabido dar, sin temor alguno, una o dos páginas completas.

Como quiera que el estilo informativo de la revista conlleva un tono de denuncia, de destape periodístico, se ha impuesto el examen minucioso de las fotografías, utilizándose un acercamiento de los detalles que de otra manera podrían pasar inadvertidos para el lector. Este recurso -casi exclusivo del diseño gráfico de la revista- guarda correspondencia con los criterios de edición periodística. En muchos casos, la imagen así trabajada y unas pocas líneas explicativas le han bastado al semanario para transmitir un informe noticioso.

En OIGA cobra especial importancia el 'corte' de las fotos, vale decir la decisión que toma el diagramador de prescindir, en una imagen, de todo aquello que nada añade sino, más bien, resta al valor periodístico de la misma. Igualmente, es relevante la combinación que se ejecuta entre dos o más fotografías para lograr, en su yuxtaposición o superposición, el mayor contraste y la más incisiva fuerza informativa.

El tamaño y la ubicación del material fotográfico es determinado no sólo por el espacio, sino por su rol informativo y la significación qué tiene en relación con el artículo al que ilustra. Se valora la fotografía dándole un determinado tamaño (a mayor tamaño, mayor valor de la imagen y, por tanto, mayor valor también como noticia o como llamado de atención para el lector).

Las fotografías se adaptan a las medidas que prevalecen en la revista. Para mayor facilidad en la diagramación, sus tamaños se extienden a unidades completas de una o más columnas. Sin embargo, ciertas fotos escapan a esta norma con eficacia; por ejemplo, los pequeños retratos, por lo general de los autores de una colaboración, que resultarían demasiado grandes al ancho de una columna.

Sin temor al vacío
Una de las características del diseño gráfico moderno es la cada vez mayor presencia de los 'blancos' en la diagramación. Estos espacios libres permiten el descanso visual al lector y otorgan plasticidad y movimiento a una página que de otra manera se presentarla gris y sin atractivo. OIGA los utiliza con cierta destreza para resolver los problemas de la disposición y del equilibrio estético. Hay que recordar que uno de los principios de la imprenta es el contraste equilibrado del negro y el blanco, y que cuando más negro es el negro y más blanco es el blanco, por obvio que esto parezca, mejor se leerá la página impresa.

La estrategia de lo gráfico
El hábito no hace al monje pero lo identifica. Por muy objetivos que pretendamos ser, frecuentemente juzgamos por las apariencias. La habilidad que ha demostrado OIGA para hacer una revista gráfica en un formato pequeño es singular. Son simples recursos de diseño, de encuadre de sus aperturas, de maestría en el manejo de la tipografía.

La diagramación, es decir, el ordenamiento visual de los elementos que constituyen la página, es la última tarea que experimenta la revista antes de entrar la edición en prensa. Ella le da su estructura y la viste para el encuentro semanal con su público. Es una tarea compleja que pone orden en lo que es siempre -y de alguna manera es uno de los encantos que tiene esta profesión- una confusión inicial.

Cada etapa de OIGA se ha caracterizado por la unidad establecida entre lo periodístico y lo gráfico. O diseño original, en cuanto a sus principios, se ha mantenido, procesándose los cambios que la tecnología ha permitido. Lo recorrido a lo largo de 44 años evidencia su intención de marchar de la mano con los tiempos. Y el aporte de OIGA al diseño gráfico peruano es el fruto de la 'puesta en página', semana a semana, de la actualidad.